Vírgenes son consagradas en la Catedral de Santiago

“Queridas hermanas que han sido consagradas por el espíritu en el día de hoy que sus oraciones constantes, que la conciencia de pertenecer a Cristo, las anime a entrar en la vida todos los días con el espíritu nuevo que les da Cristo su esposo”, dijo el cardenal Ezzati a las nuevas consagradas.

La catedral de Santiago se repletó de fieles que acompañar a estas 4 mujeres en este importante paso que daban en su vida de fe y amor.  “La consagración hoy florece con esta nueva expresión de consagración, es esa consagración bautismal que se hace pública cuando ellas han descubierto que Jesús las llama para vivir una vida de intimidad con ellas, que Jesús las llama para que sean consagradas totalmente a su amor y a su servicio. Las vírgenes consagradas en la iglesia tienen la misión propia de todos los bautizados, quieren que su vida se transforme en el evangelio de Jesús. Quieren ser mujeres que en el mundo, en su trabajo, en su vida familiar, tengan el testimonio de la belleza de ser de Cristo y pertenecerles totalmente a él”, dijo el pastor de la Iglesia de Santiago.  

Además en su homilía agregó que  “Jesús está presente en el hermano, en la hermana, en la gente que sufre y en el pobre. Jesús está presente en cada uno de nosotros y cuando tendemos nuestra mano al necesitado, es a Jesús a quien acogemos. La fiesta de hoy, la fiesta de la ascensión del Señor nos da también otra enseñanza, y es que Jesús quiere estar presente en la historia de la humanidad a través del misterio, a través del servicio de cada uno de nosotros. La iglesia se reconoce como una iglesia misionera que tiene que llegar a todas las periferias del mundo para anunciar el gozo del evangelio, la alegría de ser salvado. Jesús nos ha dejado la misión, la terea de ser misioneros y que tenemos un servidor”, finalizó el Arzobispo de Santiago.

Las reacciones de las nuevas vírgenes consagradas

Pamela Santander: “Este paso de sentirme esposa de Cristo, es un signo incluso del mismo matrimonio entre la iglesia, Jesús y yo misma. El ser esposa de Cristo es una responsabilidad súper grande ser signo en medio de nuestro trabajo. Nosotras en medio del mundo somos signo de esta consagración”.   

Carmen Gloria Ñancopil: “Este es un día muy importante en mi vida y era un día muy esperado, hace mucho tiempo estaba esperando poder sellar el compromiso de amor con Cristo. Siento que con eso he subido al cielo y así completarme con Cristo para entregarme a su iglesia”.

Angélica Molina: “Este es el día en que le respondo al Señor que sí, que quiero ser su esposa y que quiero consagrarle mi vida a él y al servicio de la iglesia. Muy feliz también de estar junto a mí entorno en este momento tan importante para mí.

Verónica Marconi: “Siento una alegría y una paz muy profunda porque sé que Cristo al esposarse conmigo, al haberme llamado él a esto, me va a dar la gracia para perseverar y ser su esposa. Ser las manos de la iglesia, la boca de la iglesia, los ojos”.