25 años de labor de Hermanas Apóstoles del Sagrado Corazón

La congregación, de origen brasileño, fue fundada en 1894 por la madre Clelia Merloni, en proceso de beatificación, que pidió a sus seguidoras llevar la ternura del corazón de Jesús a todos los rincones de la Tierra, carisma que fue muy bien acogido en esta parroquia, dicen las religiosas.
Dos de las tres que actualmente realizan allí su pastoral, están desde hace 25 años, como la hermana Leonarda, quien precisó que la tarea que realizan cubre prácticamente toda la actividad parroquial, como educadoras en el colegio San José, la actividad pastoral y catequética, Ayuda Fraterna, adultos mayores, Liturgia. "Estoy muy feliz de ver toda la belleza que Dios nos propone a través de las personas con las que trabajamos en esta parroquia", señaló.
La misa fue presidida por el cardenal Ezzati y concelebrada por el vicario de la Zona Oeste, monseñor Galo Fernández, el párroco, padre Francisco Javier Herrera, y ex párrocos del sector. En la homilía, el arzobispo resaltó los textos bíblicos del día de Jesús Buen Pastor y reconoció la labor pastoral de las religiosas. Expresó que "nos unimos a ustedes para dar gracias a Dios por la vocación que su fundadora ha hecho presente como un don para la Iglesia de estos tiempos. También para dar gracias porque el carisma fundacional ha tenido fecundidad en Chile y porque, a pesar de las dificultades que hoy rodea a la vida religiosa, especialmente en número de vocaciones, han aceptado el desafío que les presentó el obispo. Gracias por su disponibilidad, su generosidad. Que el Señor las siga bendiciendo en el trabajo que realizan en esta y otras comunidades de Santiago".

Una pastoral inclusiva
El padre Francisco Javier explicó que la parroquia San José tiene cuatro comunidades en Quinta Normal y cuatro en Cerro Navia. "Son capillas de gente sencilla, de mucho esfuerzo, muy generosa. Atendemos a los enfermos, visitamos los clubes de ancianos, también dos hogares para niños con capacidades diferentes y la pastoral juvenil", manifestó. También ha llegado una gran cantidad de extranjeros, dijo, "que han sido muy bien acogidos, incluso en una de las comunidades tenemos alrededor de 17 haitianos, a los que les enseñan el castellano".
En la misa participaron catorce religiosas Apóstoles del Sagrado Corazón, entre ellas, las que trabajan en Antofagasta y Maipú; la superiora general, madre Miriam Cunha, que tiene su sede en Italia, y la hermana Claudia Toselli, viceprovincial del Cono Sur, cuya vocación surgió en esta parroquia. Esta última explicó que el carisma de la congregación es ser apóstoles en una triple dimensión: como los primeros apóstoles de la Iglesia; como apóstoles en la reparación del corazón de Jesús que sufre en las personas, "que nosotras estamos llamadas a reparar con nuestro testimonio de vida", y, finalmente, apóstoles del amor.
Al término de la eucaristía se proyecto un video que resumió en imágenes la obra realizada en estos 25 años por las religiosas en esta parroquia. Luego, la comunidad presente y los pastores tuvieron un alegre momento de encuentro y de gratitud hacia las Hermanas Apóstoles del Sagrado Corazón.