Viernes 25 de enero de 2019
Papa a la JMJ: ¡Qué bueno volver a encontrarnos!
¡Qué bueno volver a encontrarnos y hacerlo en esta tierra que nos recibe con tanto color y calor! Juntos en Panamá, la Jornada Mundial de la Juventud es otra vez una fiesta.
Fotos: Vatican Media - Flickr JMJ Panamá 2019
Periodista: Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano
Fuente: Vatican News
Recordando Cracovia
El Papa comienza su mensaje frente a unos 250,000 jóvenes, recordando la JMJ en Cracovia, "donde algunos me preguntaron si iba a estar en Panamá y les contesté: "yo no sé, pero Pedro seguro va a estar. Pedro va a estar". Hoy me alegra decirles: Pedro está con ustedes para celebrar y renovar la fe y la esperanza".
Seguidamente, animó a los jóvenes a ir adelante, a ser "testigos del Evangelio" y, a caminar y escucharnos juntos, "complementándonos, testimoniando al Señor en el servicio a los hermanos".
Vencer las dificultades
En relación con las dificultades que los jóvenes han tenido para el viaje, el Papa dice: "Sé que llegar hasta aquí no ha sido nada fácil. Conozco el esfuerzo, el sacrificio que realizaron para poder participar en esta Jornada. Muchos días de trabajo y dedicación, encuentros de reflexión y oración hacen que el camino sea en gran medida la recompensa. El discípulo no es solamente el que llega a un lugar sino el que empieza con decisión, el que no tiene miedo de arriesgar y ponerse a caminar".
El Papa recordó que los primeros en llegar fueron los indígenas y los descendientes de africanos, pues tuvieron su encuentro, días antes de la JMJ, y ahora son parte de esta gran celebración.
El Papa llama a los jóvenes a la unidad
El Papa invita a los jóvenes a que "Con sus gestos y actitudes, con sus miradas, sus deseos y especialmente con su sensibilidad desmienten y desautorizan todos esos discursos que se concentran y se empeñan en sembrar división, en excluir o expulsar a los que "no son como nosotros". Insiste: "Por el contrario, sabemos que el padre de la mentira prefiere un pueblo dividido y peleado, a un pueblo que aprende a trabajar juntos".
La cultura del encuentro
Para el Papa, "La cultura del encuentro es un llamado e invitación a atreverse a mantener vivo un sueño en común. Sí, un sueño grande y capaz de cobijar a todos. Ese sueño por el que Jesús dio la vida en la cruz y el Espíritu Santo se desparramó y tatuó a fuego el día de Pentecostés en el corazón de cada hombre y cada mujer, en el tuyo y en el mío". "Ustedes son verdaderos maestros y artesanos de la cultura del encuentro, es la que nos hace caminar juntos, desde nuestras diferencias". "Todos somos GCU (gente como uno)". El amor verdadero no anula las legítimas diferencias. Esto lo dijo Benedicto XVI. Todos, un saludo con las manos al Papa Benedicto. El demonio le tiene miedo al pueblo que aprende a trabajar juntos".
El Papa Francisco insiste en este aspecto y afirma: "A un santo de estas tierras le gustaba decir: «el cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir, o de prohibiciones. Así resulta muy repugnante. El cristianismo es una Persona que me amó tanto, que reclama y pide mi amor. El cristianismo es Cristo» (cf. S. OSCAR ROMERO, Homilía, 6 noviembre 1977); es desarrollar el sueño por el que dio la vida: amar con el mismo amor que nos ha amado".
Lo que nos mantiene unidos
Francisco subraya que lo que nos mantiene unidos es "Un amor que no "patotea" ni aplasta, un amor que no margina ni calla, un amor que no humilla ni avasalla. Es el amor del Señor, amor cotidiano, discreto y respetuoso, amor de libertad y para la libertad, amor que sana y levanta". "Ustedes quieren ser constructores de puentes". El Papa preguntó a los jóvenes: "Cómo se llama el sueño nuestro? La multitud respondió: Jesús. "el amor que nos une hoy a nosoros es ese amor humilde, que no se pavonea, que no es orgulloso". No tengan miedo de ese amor que es servicio, que es ternura, que gasta la vida".
María, ejemplo del amor que vale la pena
Francisco, dirigiéndose a los jóvenes pregunta: "María se animó a decir "sí". Se animó a darle vida al sueño de Dios. Y es lo mismo que el ángel te quiere preguntar a vos, a vos, a mí: ¿querés que este sueño tenga vida? ¿Querés darle carne con tus manos, con tus pies, con tu mirada, con tu corazón?".
Lo más esperanzador del encuentro
Francisco afirma que "Lo más esperanzador de este encuentro serán vuestros rostros y una oración. Cada uno volverá a casa con la fuerza nueva que se genera cada vez que nos encontramos con los otros y con el Señor, llenos del Espíritu Santo para recordar y mantener vivo ese sueño que nos hermana y que estamos invitados a no dejar que se congele en el corazón del mundo". El Papa invitó a la multitud a repetir: "Señor, enséñame a amar como tú me has amado".
El mensaje papal termina agradeciendo a Mons. Ulloa y a todo el equipo organizador de la jornada por su trabajo y dedicación para que la JMJ fuese una realidad. "Que Panamá sea un canal donde el Señor se irradie a todos los lugares de la tierra. Que Santa María la Antigua los acompañe y los cuide".
El impacto del mensaje en los jóvenes chilenos
Magdalena López, abanderada chilena: "Estoy muy feliz de haber representado a todos los chilenos y agradecida de Dios por esta oportunidad, porque nos renueva en la fe. Sentí como Cristo, a través de mí, reflejaba a todos los jóvenes chilenos".
Tamara Cáceres, Talca: "Las palabras son muy esperanzadoras. Ya tenemos nuestra misión que es poder incluir a más jóvenes y ha sido una jornada espectacular. Estoy muy agradecida del mensaje del Papa".
Eric Herrera, Talca: "Ha sido un mensaje muy bello, muy potente. Quedé recargado de energías para poder renovar nuestra Iglesia".
David Figueroa, Calama: "Cuando vi al Papa pensé en tantas personas que hoy sufren exclusión, en la diversidad sexual, en los migrantes, en los problemas que tiene Venezuela. En todas las personas que hoy necesitan integrarse a la cultura que está siendo cada vez más distante".
Natalia Delpino, Santiago: "El mensaje fue súper acertado. Esperaba algo coherente de parte de él, en relación con lo que estamos viviendo en la Iglesia chilena, porque eso es lo que necesitamos, construir puentes en vez de muros y división".
Los otros encuentros de la primera jornada de Francisco en Panamá
El primer día de la visita del Papa Francisco a Panamá también estuvo marcado por los encuentros: con el presidente de la República, las autoridades civiles y los obispos de Centro América
Encuentro con el Presidente de la República
La mañana del jueves 24 de enero, hacia las 9:45 (hora local de Panamá), el Papa Francisco se trasladó al Palacio Presidencial donde ha tenido lugar la ceremonia de bienvenida. El Presidente de la República, Juan Carlos Varela y su esposa lo han recibido en la entrada principal del edificio. Luego, mantuvieron un encuentro privado, de aproximadamente 30 minutos. El Presidente presentó al Papa su familia y realizaron un intercambio de regalos.
A las autoridades civiles: el sueño de la patria grande
Después de la reunión con el Presidente de Panamá, el Papa Francisco se encontró con las autoridades civiles, el cuerpo diplomático y diversos representantes de la sociedad civil del país, ante quienes pronunció su primer discurso. Sus palabras hicieron memoria del sueño de la "patria grande":
"Comienzo mi peregrinación en este histórico recinto donde Simón Bolívar, como lo acaba de recordar el señor presidente, afirmó que «si el mundo hubiese de elegir su capital, el istmo de Panamá sería señalado para este augusto destino», convocó a los líderes de su tiempo para forjar el sueño de la unificación de la Patria Grande. Convocatoria que nos ayuda a comprender que nuestros pueblos son capaces de crear, forjar y, sobre todo, soñar una patria grande que sepa y pueda albergar, respetar y abrazar la riqueza multicultural de cada pueblo y cultura. Siguiendo esta inspiración podemos contemplar a Panamá como tierra de convocatoria y como tierra de sueños".
A los obispos: valor de la tradición profética y martirial
Luego el Papa se dirigió a la Iglesia San Francisco de Asís de la ciudad de Panamá, donde encontró a los obispos centroamericanos. El Papa, inspirado en la figura de San Óscar Romero, puso en valor la tradición martirial de la Iglesia en Centro América y delimitó los rasgos de la figura del pastor:
"El pastor, para buscar y encontrarse con el Señor, debe aprender y escuchar los latidos de su pueblo, percibir 'el olor' de los hombres y mujeres de hoy hasta quedar impregnado de sus alegrías y esperanzas, de sus tristezas y angustias y así escudriñar la Palabra de Dios", explicó el Pontífice.
Para el Papa es importante cuál es la visión que ellos tienen sobre su Pastor: "Que vean en el obispo a un hombre capaz de jugarse y dar la cara por ellos, de sacarlos adelante y ser mano tendida cuando están empantanados".