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Artículo

Lunes 9 de julio de 2018

Animadores de la Esperanza Joven: Portadores de la luz de Cristo

Bajo el lema “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos” y con cerca de 350 jóvenes presentes, se llevó a cabo un nuevo Encuentro Animadores de la Esperanza Joven en Punta de Tralca, que este año tuvo entre sus focos el ser testigos de la fe en Jesucristo y asumir el desafío de la evangelización.

Fotos: Sebastian Fuenzalida

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Todo comenzó la fría noche del pasado viernes 6 de julio con la acogida de cada uno de los jóvenes, quienes llegaron muy motivados a la jornada, pero consiente de la realidad que está viviendo la iglesia de nuestro país.

"Son importantes los momentos con Cristo. Como jóvenes tenemos muchas inquietudes por todo lo que está pasando y nosotros como animadores tenemos que recalcarle que el tema va mucho más allá de lo que está pasando y que no se pierdan del foco que es Cristo", analizó Evelyn Salinas de la capilla Nuestra Señora de la Medalla de Colina.

Así, los centenares de jóvenes, ya tenían claro que la profundización de la realidad de los Animadores y su cercanía con Jesús, serían los temas a tratar, siempre por medio de la eucaristía, las diferentes temáticas y los momentos de oración, que ayudarían a lograr un mayor dinamismo entre todos.

La presencia del Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, durante la mañana del sábado, quien introdujo a los jóvenes a vivir el sacramento de la Reconciliación, también ayudó a entrar en sintonía con lo que buscaba la jornada que era escuchar el llamado del Señor y descubrir el plan para cada uno de ellos, a través del amor, la felicidad y la vocación.

"Es un encuentro muy buscado por los jóvenes que le ofrece la fuerza, la energía, la motivación más importante de su trabajo que es Jesús. En el mundo siempre necesitamos encontrar en lo personal y en lo social, los caminos de la reconciliación y el primer camino es estar reconciliado con Dios y que nos invita a aprender su mismo lenguaje, un lenguaje de fraternidad, de perdón y de paz con todos", exhortó el cardenal Ricardo Ezzati.

Misma impresión tuvo Carolina Madariaga, Religiosa del Buen Pastor y nueva Asesora Nacional de Pastoral Juvenil: "Hay una necesidad de reconciliarnos, no por un acto netamente sacramental, sino que tiene que ver con el deseo de reconciliarme conmigo mismo y en ese reconciliarme, puedo descubrir aquello que me aleja de Dios, de los hermanos y de la creación de manera integral y desde vínculos más sanos".

Posterior a las palabras del Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, se realizaron diferentes dinámicas grupales para poder acercarse al Señor por medio de preguntas que nos ayudaban a meditar y examinar la conciencia de los jóvenes ya sí, ir descubriendo todo aquello que han realizado en su trabajo como Animador de la Esperanza Joven.

"Con estos encuentros conocemos la realidad de otras parroquias y no nos encerramos en una burbuja donde creemos que todo puede estar bien, siendo que mi vecino no está bien. Entonces, al juntarnos todos, podemos encontrar más soluciones que nos sirva a todos", dijo Rodolfo Bravo de la parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes de Puente Alto.

Llegada la noche del sábado, vino el momento del Vía Lucis, que en sus siete estaciones, recorrieron el camino de resurrección del Señor y les permitió ahondar en la gracia de Cristo resucitado, no solo como experiencia de vida de Jesús, sino también de cada uno de los jóvenes, como seres fecundos y transmisores del gozo de la vida de Jesucristo en cada una de sus comunidades con el desafío apasionante de seguir creciendo de la mano del Señor, en medio de las dificultades.

"Estamos en un tiempo de crisis, pero también los jóvenes son conscientes de que tienen una misión y una tarea que es prepararse. Así que me llama la atención la sabiduría de los jóvenes, de decir estamos en una situación difícil, pero me tengo que seguir preparando y la vida de la iglesia continua", precisó Monseñor Cristian Roncagliolo, Vicario de la Esperanza Joven.

Manuel Farr de la parroquia Cristo Rey de Conchalí, añadió: "Hay una iglesia joven, que no desconoce la realidad por la que vive la iglesia, pero estamos acá reunidos, lo que demuestra que las cosas no andan tan mal, sino que tenemos la pasión y las ganas de seguir construyendo una iglesia mejor".

El rezo matutino de los Laudes y el diálogo con el Vicario de la Esperanza Joven, Monseñor Cristian Roncagliolo, cerraron la jornada del día domingo, dejando en los rostros de los cerca de 350 jóvenes, la alegría de haberlo dado todo para vivir en presencia del Señor y dejarse acompañar y mirar por Él.