Viernes 22 de febrero de 2019
Obispos en Roma sobre abusos: escuchar y denunciar
En la continuación del encuentro “La protección de los menores en la Iglesia”, intervino el cardenal Blase J. Cupich, Arzobispo de Chicago, Estados Unidos, y miembro de la Congregación para los Obispos y de la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede, además de relator de este encuentro.
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
En su intervención ante los 190 participantes, de los cuales 144 son presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, señaló que "solo una visión sinodal, enraizada en el discernimiento, la conversión y la reforma a todo nivel, puede llevar a la Iglesia a aquella acción integral, a la que nos llama la gracia de Dios, en defensa de los más vulnerables en medio nuestro". Agregó que "la Iglesia debe ser verdaderamente una Pietà, destrozada por el sufrimiento, consoladora en el amor envolvente, constante en señalar la ternura divina de Dios en medio de los dolores de la desolación en aquellos que han sido aplastados por el abuso del clero".
Luego, el cardenal, que preside la Comisión para la Protección de Menores de la Conferencia Episcopal estadounidense, resaltó cuatro principios para enfocar la reforma de la Iglesia: escucha radical, para comprender la experiencia aniquiladora de aquellos que han sido abusados sexualmente por el clero; el testimonio laicos, para identificar y construir estructuras favorables a la obligación de rendir cuentas para prevenir el abuso sexual del clero; la colegialidad de los obispos: "En vez de actuar aisladamente, necesitamos comunicarnos unos con otros en un espíritu de confianza, reconociendo todo el tiempo que somos fieles a los deseos de Cristo". Finalmente, el acompañamiento, que implica intentar genuinamente comprender la experiencia y el camino espiritual del otro, precisó.
Más adelante, el cardenal Cupich definió un marco para la rendición de cuentas por parte de los obispos, que contiene los siguientes elementos: establecer normas para la investigación de obispos; informar las acusaciones y pasos procesales concretos. Junto con este marco planteó una serie de principios básicos para la rendición de cuentas.
El enemigo está dentro
También intervino el cardenal Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, quien se refirió a un "código de conducta" para obispos. Su tema fue "La Iglesia en un momento de crisis. Enfrentar los conflictos y tensiones y actuar decididamente".
Destacó las palabras iniciales del Papa Francisco respecto de "ir a la raíz del problema para poder enfrentarlo", lo que hace necesario "desenmascarar el clericalismo subyacente y lograr un cambio de mentalidad", lo que implica, precisó, la conversión.
El cardenal Salazar enfatizó que los obispos no son nada por cuenta propia, sino que han sido elegidos por Dios. El arzobispo llamó a admitir que la Iglesia no supo, y hoy en ocasiones tampoco sabe, "afrontar con rapidez y decisión la crisis provocada por los abusos". Añadió que en ocasiones se huye de muchas maneras, dejando desprotegido al rebaño, negando "la dimensión de las denuncias presentadas, no escuchando a las víctimas, ignorando el daño causado en los que sufren los abusos, trasladando a los acusados a otros sitios donde éstos siguen abusando o tratando de llegar a compromisos monetarios para comprar el silencio".
En otra parte de su intervención, el cardenal Primado de Colombia confesó que "tenemos que reconocer que el enemigo está dentro", y que "los primeros enemigos están dentro de nosotros, entre los obispos y los sacerdotes y los consagrados que no hemos estado a la altura de nuestra vocación". En este contexto, afirmó que para reconocer y enfrentar la crisis, superando la mentalidad clerical, es necesario "no minimizarla afirmando que en otras instituciones suceden abusos a mayor escala".
Además, el cardenal Salazar Gómez habló de un diálogo permanente del obispo con sus sacerdotes y de la responsabilidad del pastor frente al clero, que cubre un campo de acción que abarca el discernimiento de la vocación al sacerdocio, la formación inicial y el acompañamiento.
Después, sostuvo que "toda denuncia debe desencadenar enseguida los procedimientos que están indicados tanto en el derecho canónico como en el derecho civil de cada nación, según las líneas-guía marcadas por cada conferencia episcopal". Y distinguió "entre pecado sometido a la misericordia divina, crimen eclesial sometido a la legislación canónica y crimen civil sometido a la legislación civil correspondiente", para así poder actuar "con plena justicia".
El encuentro episcopal con el Papa Francisco en el Vaticano continúa mañana con otras tres intervenciones y trabajos en grupo. La actividad culmina este domingo, con la misa que presidirá el Papa Francisco, quien entregará su mensaje final.