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Miércoles 1 de junio de 2022

Virgen consagrada se compromete de por vida con Cristo

Casi ocho años pasaron para que Yorka González, consagrara su vida como esposa de Cristo. Acompañada por su familia y amigos, celebró este importante paso, con una Eucaristía celebrada en la Catedral Metropolitana.

Fotos: Camila González

Periodista: Danilo Picart

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Es mediodía del sábado 28 de mayo y Yorka González no ocultaba su alegría, en el día de su boda. Después de muchos años, esta profesora de religión culmina un camino de noviazgo muy especial. Como cualquier otra novia, se preocupó de cada detalle. Sin embargo, el matrimonio de ella no es lo que normalmente espera el mundo secular. Ella, contrajo nupcias místicas y juró vivir como esposa de Cristo, siendo virgen consagrada.

Hasta la Catedral Metropolitana de Santiago, asistieron sus padres, hermanos, las vírgenes consagradas de Santiago, amigos y otras dos candidatas de esta Orden, quienes fueron testigos de este gran acontecimiento. Con voz entusiasta, Yorka pudo decir “aquí estoy, Señor, tú me has llamado”, en una Eucaristía celebrada por el Obispo Auxiliar de Santiago, monseñor Cristian Castro y concelebrada, por otros sacerdotes, entre los que estaba el Vicario para la Vida Consagrada, padre Rodrigo Delazar.

Así, Yorka se suma a una de las formas de vida consagrada más antiguas de la era cristiana: el Ordo Virginun, o la Orden de Vírgenes Consagradas. Ellas no pertenecen a una comunidad religiosa en particular ni llevan hábitos, sino que se comprometen a vivir su vocación en el mundo, viven de su trabajo, pero dando testimonio de Cristo a través de su vida cotidiana en castidad y soltería.

Jesús, nos ha dicho y nos ha entregado una promesa bellísima; nos ha alentado a pedir cosas grandes. Nos ha dicho que nos acerquemos al Padre celestial con una confianza a toda prueba”, indicó monseñor Cristian Castro. Acto seguido miró a Yorka, y agregó: “el día del matrimonio ha llegado. Me siento privilegiado, contento por estar acá, en nombre de la Iglesia de Santiago, ser testigos de este momento, que más que palabras está marcado por los gestos. Los gestos sencillos, pero que hablan tanto del deseo de entregar la vida”, expresó.

Durante la misa, respondió a las promesas de su vocación y acto seguido se entonaron las letanías de los santos. Posteriormente se recitó la oración de consagración, que se remonta al siglo VI, para más tarde entregar a Yorka su velo como señal de su matrimonio con Cristo; un anillo como símbolo de la promesa de entrega fiel y de por vida; y la presentación de la Liturgia de las Horas como parte del compromiso con la oración.

Habiendo entonado el canto nupcial de su desposorio con Cristo, junto a las demás mujeres, recibió de sus hermanas mayores el abrazo fraterno de la incorporación al Orden de las vírgenes. 

Como las vírgenes que esperan la llegada del Esposo a medianoche, la nueva integrante recibió en manos de su formadora el cirio encendido, que ya recibió en su bautismo, y que ahora está especialmente llamada a conservar hasta el regreso de Cristo. Con ello, recibió el saludo y la bendición del Obispo, e inició un largo camino de vida, en medio del mundo. 

Eulogia Opazo, y Héctor González son los padres de Yorka. Para ambos, es emocionante presenciar este acto, en la Catedral Metropolitana. “Han venido sus hermanos, primos, y amigos muy queridos para acompañar a nuestra hija”, explica Eulogia y añade que “tener a Jesús dentro de nuestra familia, es muy bonito, porque Yorka siempre quiso este momento. Ella estuvo por mucho tiempo en Angol y volvió por una enfermedad y gracias a Dios pudo consagrarse. Ha sido una bendición muy grande”.

Yorka González, por su parte, confiesa que hubo en su opción de vida “mucha gente a mi lado, con muchas esperanzas, mucha fe. El Señor, en su misericordia, nunca me dejó sola  y decidí seguirlo. Perseveré desde el 2014 hasta hoy. Es un camino largo y con muchas cosas fecundas. Soy profesora de religión y el ser luz para otras personas es parte de mi misión. Cuando uno sigue a Cristo, siempre existirán obstáculos, pero siempre El acomoda todo, y hay que confiar”.

Para obtener más información sobre la vocación de la virginidad consagrada, visita el sitio web de la Orden de Vírgenes de Santiago.