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Miércoles 20 de marzo de 2019

Religiosas y religiosos latinoamericanos se reúnen en Santiago

Un encuentro de tres días en Santiago desarrollan alrededor de 50 miembros de la Junta directiva de la Conferencia Latinoamericana de Religiosas y Religiosos, CLAR, para fijar sus líneas de acción para los próximos tres años.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/

La actividad se desarrolla en la Casa de Ejercicios de los Domínicos, en Las Condes, y en ella participan toda la presidencia de la CLAR y los presidentes y secretarios de las 22 conferencias nacionales de religiosos y religosas de América Latina y El Caribe. "Esta vez decidimos que fuera en Chile, como una manera de expresar nuestra solidaridad con esta Iglesia", expresó la hermana Liliana Franco, colombiana, de la Compañía de María, presidenta de la CLAR.

Agregó que han optado por el ícono de las Bodas de Caná y la invitación "Hagan todo lo que les diga él, ya es hora". Dijo que "es un espacio de encuentro, de construcción colectiva, de diálogo, para determinar cuáles son esas líneas desde las cuales queremos servir como vida consagrada en el continente. Las líneas son básicamente la centralidad en Jesucristo, la opción por una ecología integral y vivir con gozo nuestra propia vocación, con el deseo de contribuir a un nuevo modo de ser Iglesia. La conciencia de nuestra fragilidad como Iglesia nos motiva a pensar, además, qué quiere el Señor. Es un vivir con más humildad nuestra propia vocación y la conciencia del servicio que tenemos".

El Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, visitó este martes 19 a los religiosos y les agradeció que este encuentro lo realicen aquí en la Iglesia particular de Santiago. "En un momento muy difícil de nuestra historia -un momento en que con conciencia humilde, reconociendo lo que es y lo que ha sido el pecado presente en la Iglesia, también en la vida consagrada y en la vida de los presbíteros, de todos, también de los obispos- les agradezco que hayan escogido esta sede para este encuentro".

Luego, les señalo: "Ustedes tienen en su vida de fe una responsabilidad muy grande, que es una responsabilidad eclesial. La vida consagrada es un don necesario para la vida de la Iglesia de hoy y de mañana, y en sus manos está ese don para nuestro continente, para nuestras Iglesias. El camino llevado adelante por la CLAR en comunión con el CELAM (Consejo Episcopal Latino Americano), como todo camino, encuentra senderos bien trazados y otros que hay que buscar o construir con la ayuda del Señor, tratando de ser fieles a él y al pueblo al que nos envía. Reconocemos todos que en este camino hay aciertos y desaciertos. La gran tarea que tenemos es estar atentos a lo que el Espíritu quiere para que podamos ser fieles a Jesucristo a su Evangelio".

Nuevos tiempos, nuevos desafíos y nuevos carismas


Más adelante el cardenal Ezzati expresó que la vida consagrada en el continente ha buscado ser fiel al Concilio Vaticano II en cuanto a los destinatarios preferenciales, "que son nuestros hermanos más pobres. En ese camino, cómo no reconocer el testimonio de religiosas y religiosos, testimonio que llega hasta el martirio", añadió.

También el pastor afirmó a los religiosos que "estamos en una época que requiere de parte nuestra el discernimiento, para responder a los nuevos tiempos y nuevos desafíos, no solamente en las formas externas, sino sobre todo en lo que es de verdad ese llamado que Dios hace a la vida consagrada hoy en estas circunstancias, en este contexto cultural que estamos viviendo en el mundo entero".

Finalmente, el arzobispo reconoció que han surgido nuevas formas, nuevos carismas en la Iglesia, "las que también necesitan de un discernimiento muy acabado, honesto y sincero. Hay algunas de estas formas que han hecho un trabajo de discernimiento y de búsqueda de identidad vocacional extraordinario, y hay que reconocer que son una fuerza del Espíritu. La CLAR tiene la responsabilidad de apoyar los carismas y discernir y ayudar a la Iglesia, a los obispos y a la Congregación para la Vida Consagrada en este discernimiento. Les deseo que tengan un buen trabajo, que en estos días recen por nosotros, para que sepamos estar a la altura de los desafíos que la sociedad nos hace enfrentar y los podamos enfrentar con un gran amor al Evangelio de Jesús, a nuestros hermanos necesitados y con gran amor y respeto a las personas que lastimosamente han sido víctimas de delitos gravísimos de parte de la vida clerical y consagrada.

El padre Héctor Campos, capuchino, presidente de la Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile, Conferre, destacó como un gesto "muy fraterno" de la CLAR venir a hacer a Chile esta reunión, "sabiendo que también ellos están pasando por esta crisis que afecta a toda la Iglesia en general, por el tema de los abusos, de una Iglesia nueva también que está surgiendo, que tenemos que acoger".

Comentó que el texto inspirador de las Bodas de Caná motiva dos aspectos, la imagen de estas seis tinajas de agua para la purificación, pero que no lograron su objetivo, y la figura de Jesús, que convierte el agua en vino, signo de alegría, de esperanza, de compartir. "Entonces, pensamos que estas tinajas, con este vino nuevo de la gracia del Señor, nos ayudarán a hacer pie para mirar hacia adelante, hacer un desposorio con Jesús junto con la comunidad, con el pueblo".