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Viernes 6 de marzo de 2020

Los desafíos 2020 de la Vicaría para la Educación

Compartir el Evangelio y poner a Jesucristo en el centro. En un contexto social complejo, la Vicaría para la Educación (VED) prepara lo que será un año colmado de desafíos pastorales y educacionales para sus comunidades escolares.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Periódico Encuentro

Link fuente: www.periodicoencuentro.cl

Nos enfrentamos a un nuevo retorno del calendario escolar. Las vacaciones de verano quedaron atrás y muchos jóvenes y niños programan junto a sus familias cómo organizar este año. Con la Vicaría para la Educación ocurre lo mismo. El fin del descanso estival se ve acompañado del estallido social en nuestro país y de las consecuencias que ha dejado en materia de educación. Algo que para el padre Andrés Moro, vicario de la VED, tiene un solo análisis: "En Chile debemos aprender a vivir en una cultura del entendimiento y no de enfrentamiento, pero, además, es clave que más allá de las distintas posturas nos preguntemos qué proyecto de vida queremos ofrecer a los jóvenes en Chile y, más importante aún, qué proyecto de vida queremos construir con los jóvenes de Chile".

Sin embargo, y a pesar de los coletazos que día a día deja la crisis social en nuestro país, el grupo de profesionales que compone la Vicaría para la Educación tiene muy claro este escenario y lo que enfrentan este 2020: "Desde octubre tuvimos que suspender todas las actividades que venían por delante. Hubo un recorte presupuestario y eso derivó en que tenemos algunas fusiones entre el Área de Animación Pastoral y la Pastoral de Educación Superior. No vamos a tener equipo territorial, y desde marzo el Área de Vínculos atenderá a los colegios desde la VED", detalla Fabiola Zambra, secretaria ejecutiva de la Vicaría para la Educación.

Lo anterior ha implicado replantearse varios objetivos: "Estos cambios marcan un nuevo horizonte en la vicaría, por lo tanto, serán tres los desafíos que tendremos para este año: poner a Jesucristo en el centro del mundo de la educación; que el Evangelio sea un aporte en la formación integral de las personas y la humanización de la cultura. Y como son desafíos permanentes en el tiempo, podemos hablar de que siempre irán de la mano con la contingencia", cuenta Marcelo Neira, Jefe del área de Incidencia Pública y Estudios de la VED.

NUEVO PLAN DE RELIGIÓN CATÓLICA

Respecto de las novedades en materia pastoral que ofrecerá la VED para este año y cómo enfrentarán este 2020, Zambra advierte de ciertos elementos claves a la hora de trabajarlos: "El desafío que viene ahora es hacia una mirada más curricular, más de acuerdo a cómo se estructuran las asignaturas, con un fuerte componente antropológico, y eso va a implicar un desafío importante en la capacitación de los profesores, porque hay un cambio de mirada en esa materia, lo que nos llevará trabajarlo todo este año para implementarlo el 2021", precisa.

Haciendo alusión a lo anterior, el padre Moro anima a los profesores de religión a «dar un espíritu y sentido nuevo a su vocación en un mundo difícil, en contextos complicados, pero también desafiantes y abiertos a remar mar adentro. Este es un proceso donde el profesor se convierte en un gestor y acompañante de procesos educativos». Además, refiriéndose al programa, expresó que busca "ser parte de la nueva malla curricular de la escuela, en la cual la religión tiene un valor esencial para hablarle a los creyentes, no creyentes y a los de creencias distintas». Cabe precisar que este nuevo Plan de Religión Católica conecta con la renovación de las Bases Curriculares del Ministerio de Educación.

Algo que para Marcelo Neira es muy favorable, ya que "esta implementación nos llevará a trabajar más estrechamente con los profesores durante todo este año. En Santiago son cerca de dos mil docentes de religión, con un total de 12 mil en todo Chile. Por lo tanto, actualizar a esta gran cantidad de profesores nos llevará a trabajar con universidades que forman a estos profesionales y, eventualmente, trabajar con el mundo político, ya que éste es uno más de los 15 planes de religión escolar, por lo tanto, debemos conversar con las otras religiones para que existan los mismo criterios curriculares".

Francisco Montero, director de la Escuela Ciencias Religiosas de la Universidad Católica Silva Henríquez, analiza las grandes líneas que sustentan estos nuevos planes: "Un primer fundamento es una renovación de cómo abordar los contenidos principales de la fe en los nuevos tiempos. Un segundo elemento es que hay una mirada que parte desde lo antropológico para llegar a lo teológico, desde lo humano para llegar a lo divino. Lo tercero es la integración de la situación en la que el ser humano se encuentra en el discurso de fe. Es apropiarse de la situación del sujeto y a esa situación yo doy discurso", detalló.
Ana María Cáceres, profesora del colegio Villa Jesús, valora estas instancias, ya que "nos muestran una propuesta que va a ir cambiando la forma de trabajo e la clase de religión. Ya era necesario un cambio de las bases curriculares de la clase", lo cual la desafía a capacitarse: "Prepararse para acompañar y guiar a niños que ya tienen un pensamiento crítico autónomo, que son capaces de manifestar lo que les gusta o desagrada, es clave, ya que nosotros tenemos que ser ese camino para ver el compromiso de ellos para cambiar las cosas", precisó.

LAS CONSECUENCIAS DE UNA PARTI CULAR PSU

La PSU no sólo fue un problema para el Gobierno. En un hecho inédito, y a raíz del estallido social, la PSU 2019 fue pospuesta en más de una oportunidad desde su fecha de origen. El descontento de estudiantes hacia el sistema hizo que múltiples protestas (y luego la filtración de alguno de los exámenes), frenarán la opción de llevarla a cabo y dificultara el ingreso a las universidades de miles de alumnos para este año Para el padre Moro, este tiempo de contingencia no ha quedado ajeno: "La rendición de la PSU no ha estado al margen de los conflictos y de las tensiones. Para todos los jóvenes que quisieron rendir la prueba o para aquellos que plantean profundas críticas y demandas, es bueno recordarles que nunca la violencia ha sido el camino correcto".

Neira agrega que "sin duda, esta situación afecta a las personas. Todo lo que tenga que ver con educación desde una admisión justa o la gratuidad, no nos puede quedar ajeno, ya que afecta a las personas más que a las instituciones y cómo vicaría nos compromete. El rechazo a la violencia es transversal. Hay que saber separar las aguas. Una cosa es que los mecanismos que emplean las federaciones de estudiantes no sean los más adecuados, porque vulneran los derechos de otros estudiantes, sobre todo en los más jóvenes, y ahí debemos poner una voz de alerta. Sin embargo, la lucha social sostenida en el tiempo, ha implicado estos cambios en la política educativa. Todos creemos que el mecanismo de ingreso a la educación superior debe cambiar, porque la PSU replica la segregación social y educativa que tiene la sociedad desde siempre".

ESPERANZA ANTE UN NUEVO CHILE

Los nuevos desafíos pastorales que presenta la Vicaría para la Educación no pueden quedar ajenos a los nuevos tiempos que vive la sociedad chilena. Docentes, directivos y estudiantes, entienden que este nuevo Chile es mucho más exigente en diferentes materias y que el rol de los colegios católicos no puede quedar al margen del debate. "El conflicto social está dentro de los colegios católicos también. Sin embargo, nosotros esperamos que el colegio sea un espacio donde pueda dialogarse, donde se puedan encontrar y puedan contenerse distintas situaciones que se viven dentro de ellos. El sentido del sistema educativo tiene que ver con la formación de las personas. Los colegios han estado diseñando distintos protocolos para poder actuar en función de la contingencia, ya que el objetivo es que los niños y niñas puedan llevar su proceso de enseñanza de manera normal", adelanta Fabiola Zambra.

Por último, el vicario es enfático en su análisis: "Han sido días difíciles, quién podría decir lo contrario. Pero también han sido días en que se ha mostrado la esperanza de construir un mejor país. No es que Chile sea un país malo, pero podemos hacerlo mucho mejor, más equitativo, más justo, más solidario y, sobre todo, más fraterno. La violencia nunca será el camino. Todos juntos podemos construir un pacto que nos pueda unir para ser capaces de descubrir cómo poder vivir en una sociedad más justa", afirma.

Revisa el calendario de las actividades de la Vicaría para la Educación en www.vicariaeducacion.cl