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Artículo

Viernes 4 de agosto de 2017

La tarea educadora: acercar a Jesús

Hasta la parroquia La Transfiguración del Señor llegó el cardenal Ricardo Ezzati, para celebrar la Eucaristía junto a los directores de establecimientos técnicos que apoya la Fundación Irarrázaval y que participaron en un seminario de liderazgo directivo organizado por la entidad.

Fotos: Héctor Landskron

Periodista: Natalia Castro

En la actualidad, la Fundación Irarrázaval apoya a diez instituciones y 86 establecimientos pertenecientes a instituciones religiosas, privadas y a Obispados en todo Chile, beneficiando a más de 83 mil alumnos.

José Salun, quien participó del seminario y quien además es director del liceo Monseñor Guillermo Hartl de Pitrufquén, señaló: “La jornada de hoy nos deja una herramienta extra, los directores necesitamos de orientación para vincularnos de la mejor manera con los alumnos. Nos deja también grandes desafíos para aplicar en nuestros colegios desde la perspectiva del liderazgo a la luz de la fe cristiana”.

Claudio Olivares, rector del colegio Obispo Labbé de Iquique, valoró la oportunidad de realizar esta capacitación y destacó  “Este congreso está en la línea de esta transformación de la educación basada en el desarrollo de competencias, de habilidades para la vida, de liderazgo compartido, de intercambio pedagógico más que en lo técnico, en lo valorico y con la esperanza de transformar la educación”.

Ya iniciada la Misa, el Arzobispo agradeció la invitación, mencionando su profunda identificación con el trabajo que los docentes desarrollan y haciendo alusión a su labor como educador durante sus primeros años de vida sacerdotal.

“Me encuentro bien con ustedes porque a lo largo de esa experiencia cristiana, a lo largo de esa experiencia pastoral, he podido ver como la siembra que podemos hacer en el corazón de los jóvenes, especialmente de los jóvenes más sencillos, del mundo popular, es tierra buena donde la semilla puede crecer”, señaló al inicio de su homilía el Pastor.

A medida que avanzaba su prédica, el pastor fue profundizando en las lecturas bíblicas presentadas en la Misa, aplicándolas a la misión de un educador. En primer lugar, hizo alusión  al texto del Éxodo, que presenta a Moisés mientras va atravesando el desierto junto a su pueblo hacia la tierra prometida.

“Moisés fue enviado por Dios para sacar a su pueblo de la Esclavitud de Egipto y lo va liberando en un proceso no siempre fácil, en medio de pruebas reales. Educar cristianamente también implica superar ciertos obstáculos. Cada uno de nosotros, educadores cristianos, tenemos que sentirnos de verdad la mediación del Señor, para que esa esperanza llegue al corazón de los jóvenes y de los niños y niñas y se vuelva el cimiento, para que la vida sea en verdad una vida plenamente realizada que alcanza la estatura alta de hijos de Dios”, señaló.

Además, el Arzobispo motivó a los presentes a profundizar en su labor: “Nuestra tarea no es simplemente una tarea de enseñar matemáticas, mecánica o otra ciencia, nuestra misión fundamental y más bella es la de ayudar a los jóvenes a encontrar esa fuerza, esa presencia de Dios”.

Ya refiriéndose el texto del Evangelista San Mateo, el Pastor puso énfasis en que todos estamos llamados a ser hijos de Dios y que como cristianos no debemos ser selectivos al evangelizar, sino que muy por el contrario, debemos ir en busca de quienes se encuentran en las periferias, los descartados por la sociedad.

 “Jesús no solamente nos invita a echar las redes para juzgar, sino que para preocuparnos de dar su vida también a aquellas personas que hemos captado en la red, para que tengan la posibilidad de encontrar al Señor y esa es la tarea educativa más importante”, finalizó.