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Artículo

Jueves 9 de marzo de 2017

“De acuerdo con disminuir tareas en colegios”

Este martes 8 de marzo, el vicario para la Educación, P. Tomás Scherz, conversó con Radio Universidad de Chile acerca de problemas contingentes en la educación superior chilena y del debate en torno a la necesidad de enviar tareas a los niños en los colegios. Te invitamos a leer la entrevista del programa Gente al Día, conducido por Alejandra Becerra y Fresia Soltof.

Fuente: Comunicaciones Arzobispado de Santiago

A continuación la transcripción de la entrevista completa:

-La universidad Iberoamericana está con crisis financiera y hay una orden de quiebra para la universidad Arcis a su juicio ¿Hay crisis en la Educación Superior actualmente?
-Hay una crisis en la Educación Superior, pero no puede monopolizarse en un tema. Aún cuando parezcan similares, los problemas de la Arcis y la Iberoamericana son distintos, hay mala administración y se conjuga con ello la calidad misma de la educación, que se refleja en la baja de la Iberoamericana.
Son distintos elementos que podrían configurar una crisis, pero una crisis significa también para nosotros positivamente un salto para poder enmendar, pero aquí es multifacético. Creo que el problema está en haber pensado un poquito mejor la Reforma y lo digo sin soberbia.
Yo creo que la Reforma, en el mundo escolar, aún cuando fue más apresurado, tuvo mejores posibilidades de asentarse, reformularse, de ponerle indicaciones. Pero en el ámbito de la Educación Superior, estamos en el segundo año con una glosa, vale decir, aún no se trata de la ley misma para el ámbito de la gratuidad.
Creo, con humildad, que no se ha pensado con profundidad este ámbito, que siempre ha sido difícil, que no se puede presumir cambiar en un gobierno o en un plazo corto.

-¿Cree usted que ha habido responsabilidad de las autoridades en la medida que falta fiscalización? Porque ya teníamos antecedentes de la Universidad del Mar. Ahora pasa con la Arcis, se arrastra el tema de la Iberoamericana. Entonces uno dice, bueno, cuál viene después, dónde está la fiscalización, dónde está el respeto por familias que optan, muchas veces, por planteles que son más económicos y que son los que, parece, menos fiscalización tienen.
-Yo diría que es parte de la crisis, no le voy a echar la culpa a nadie, pero evidentemente es un mundo tan complejo, que por un lado, las autoridades buscan enmendar, pero no logran ser responsables en elementos que ya están establecidos, o por ley o por glosa o por indicación de la subsecretaría.
En el fondo falta orden. No quiero ser simplista, hay definiciones en la universidad, en la CFT, en distintas institucionalidades, que han sido poco astutas, o poco inteligente la manera de poder implementar en cada caso. Suena fuerte, pero hay desorden y poca inteligencia, y eso recae en mucha gente preocupada de tener a sus hijos en la educación, que sigue siendo sobre el 70% en instituciones de calidad no acreditada y avalándolas constantemente.

-¿En estos casos ha habido falta de prolijidad? Porque la Reforma Educacional ha sido uno de los ejes del actual Gobierno. Sin embargo, las críticas abundan y parece que el objetivo no se está cumpliendo
-Yo diría que siempre uno hace un análisis en términos globales, yo digo gratuidad para el mundo más pobre en la institución escolar, es evidente que es una cosa muy hermosa, pero eso mismo puede usufructuarse para tantas intervenciones, es decir, cómo lo hacemos, dónde lo hacemos, con qué plazos, con qué alcance, con qué dimensión técnica, que es en el fondo donde hay que ser más responsables.
Nosotros como Iglesia, siempre hemos apoyado la posibilidad de la inclusión, pero sin poner en peligro, instituciones que han tenido una cierta tradición o cierta holgura para implementar la Ley, yo creo que es ahí donde muchas veces se genera el problema.

-Vicario, hay un tema de educación que se viene arrastrando con la Reforma Educacional, pero se quieren incluir políticas, a veces de manera autónoma, como fue el caso de la Municipalidad de Las Condes, el tema de la tarea para la casa. Le pregunto porque todo va ligado, y ahora con la Reforma Educacional uno dice, bueno, vamos caminando hacia lo mismo o finalmente va a empezar a surgir este tipo de políticas aparte, más autónomas.
-Es una reflexión que se dio el año pasado y que tiene mucha más larga data, evidentemente, pero que ha tomado más fuerza el segundo semestre del año pasado, por temas de políticas públicas, pero esto es todavía parte de una reflexión.
Yo personalmente, estoy de acuerdo en disminuir drásticamente las tareas.

-¿No eliminarlas?
-No eliminarlas, siempre tiene que haber un elemento complementario.
Yo me niego a las tareas si es un equivalente a un trasvasije de la cultura mercantilista, donde la persona, después de la oficina, tiene que seguir trabajando en la casa en sus computadores con los niños.
Todos los niños tienen que tener distintos elementos para la formación, una dimensión lúdica, una dimensión gratuita. La lectura es fundamental aquí. Tiene que haber un elemento de tener un gusto por la lectura.
El filósofo Zygmunt Bauman dice: "Hemos cambiado la educación desde un proceso a la efectividad por resultados" y ese proceso lo hemos interrumpido coaccionando a un elemento que al final no va a ser educativo, va a ser una instrucción en la materia para ser eficientes.
Es evidente qué es lo que queremos todos. Una formación integral, formar personas que tengan buen criterio, que analicen el bien común, que sepan tener alguna virtud por el otro. Son dimensiones que, cuantitativamente, no vamos a resolver fácilmente.
El tema de quitar de la noche a la mañana las tareas, parece algo populista, pero es cierto que hay que disminuir las tareas. A un niño no se le puede tener todo el día sentado, tratando de entender una ecuación.

-Es un tema que genera bastante debate y que recién se está iniciando, porque en la práctica la mayoría de las veces, la tarea la hacemos los padres y no se cumple el objetivo.
-Probablemente, al final, terminan aprendiendo más los papás.