Sábado 10 de agosto de 2019
“Sí, queremos seguir sirviendo” dijeron los diáconos permanentes en su día
Acompañados de sus esposas y familias, más de 300 diáconos de Santiago renovaron sus promesas en la Festividad de San Lorenzo.
Fotos: Omar González
Periodista: Andrea Ruz Dios
El sol de la mañana y la presencia de cientos de personas, ayudaban a entibiar la Catedral Metropolitana de Santiago. En procesión, decenas y decenas de diáconos caminaban hacia el altar, en un día en que la figura de su patrono San Lorenzo, los anima fortalecer su ministerio al servicio de los hermanos.
"¿No fue San Lorenzo sólo una pequeña gota de agua en medio del poder abrumador de su época?", preguntó el diácono José María Álvarez en su homilía. "Esa gota de agua cambió el mundo para siempre. Esa gota de agua continúa iluminando, dándonos fuerzas y permitiendo que nuestro aparentemente insignificante aporte diario, no sólo no se pierda, sino que sumado al de muchos otros hermanos, permita más temprano que tarde, recuperar el rumbo perdido", agregó.
Padre de dos hijas y dos nietos, y servidor en la parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Providencia, José María fue el diácono asignado para realizar la prédica de esta Eucaristía. Por ello, con gran convicción le dijo a sus hermanos: "No estamos solos ni abandonados, la promesa de nuestro Señor Jesucristo para estar en medio de nosotros hasta el fin del mundo se sigue cumpliendo".
Al continuar con la celebración, el Administrador Apostólico de Santiago, monseñor Celestino Aós, procedió a renovar las promesas diaconales de los presentes, en un rito de obediencia y compromiso con la Iglesia.
Al término de la Misa, el padre Aós los animó a ser alegres como San Lorenzo, quien pese a las dificultades, no perdió esa virtud. "Hermanos diáconos deseo que en este momento puedan dar este testimonio de alegría y generosidad. Los felicito en este día, en especial a quienes están pasando un momento de enfermedad, problemas o desolación, para que también ahí mantengan la generosidad y alegría", señaló el obispo.
La celebración culminó con un compartir fraterno en la Sede Arzobispal, donde participaron los diáconos, y sus familias.