Martes 2 de enero de 2018
Falleció el padre Miguel Jordá Sureda
La Vicaría para el Clero comunica el sensible fallecimiento del Padre Miguel Jordá, este 2 de enero en la ciudad de Gerona, España.
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl
El 3 de enero, será sepultado en su pueblo natal Sant Andreu. El Arzobispado de Santiago se une en oración por su eterno descanso.
A continuación se puede revisar su última entrevista radial realizada en octubre del año 2017:
Testimonios ... El Padre Miguel Jordá, un cura diosesano y obrero lleno de historia
Biografía del Padre Miguel Jordá
El padre Miguel Jordá conoció profundamente la cultura popular de la zona centro del país, particularmente a los poetas populares, el Canto a lo Divino. No solo los conoció, sino que fue uno de ellos en una particular evangelización en décimas a través de sus textos de Historia Sagrada y tantos relatos que hicieron cercano el mensaje evangélico a los campos chilenos. También el amor a María Virgen y la difusión de tantas devociones populares hechas versos y que llenaron las páginas de las numerosas publicaciones que se empeñaban en difundir.
Miguel Jordá nació el 9 de abril de 1934 en Gerona, España. Fue hijo de José Jordá y Olavia Sureda, una familia campesina, humilde y muy católica. Le surge su vocación gracias al ejemplo de sus padres, que siempre rezaron e incentivaron a sus hijos para que alguno fuera sacerdote. De hecho, de los 7 hermanos, tres fueron religiosos.
El golpe decisivo que impulsó su vocación lo vivió a los 7 años. En el contexto de guerra que vivía España, la persecución y asesinato de los sacerdotes para acabar con la religión, su tío sacerdote se escondió en su casa para evitar que lo mataran. Fue ahí cuando lo vio celebrar la Eucaristía en su pieza y fue la primera vez que tuvo contacto con la consagración. Nunca había ido a misa, y como no la conocía, preguntó a su tío qué significaba lo que estaba haciendo. Él le respondió: "Esto es lo que hizo nuestro Señor antes de subir al cielo y pidió que lo hiciéramos hasta que Él volviera".
De inmediato supo que él quería hacer lo que el Señor pidió. Él mismo decía que vio tanta mortandad en su país producto de la guerra, que frente a la persecución no hay que acobardarse, si no ir adelante y enfrentarla. Su tío lo motivaba y animaba a seguir, pero le advertía que no iba a ser fácil.
En 1945 entró al Seminario de Gerona. El papa Juan XXIII pidió sacerdotes que lo ayudaran en América Latina, entonces Miguel, seminarista en ese entonces, pidió a su obispo que lo ordenara antes para partir, sin embargo debió esperar otros cuatro años para hacer un entrenamiento adecuado y partir al continente.
En 1960 llega con otros 17 sacerdotes, entre los que está el padre Juan Alsina, entrañable amigo y muy querido por el àdre Miguel. Años después debió hacer una investigación por su muerte en Chile.
Estuvo en Santiago en la Parroquia San Gerardo, en el norte y en Chiloé. En 1964 llegó a la Diócesis de Melipilla, más exactamente en Villa Alhué, Mallarauco, San Pedro y Melipilla.
Siempre mostró afición por la escritura, la que fue motivada por su madre, quien le repetía que leyera cuando tomaba el tren o en cualquier padrermento que tuviera tiempo. El cura de su pueblo le regaló una Historia Sagrada, que lo encantó y decidió seguir sacando ediciones para que todos la conocieran.
Los demás sacerdotes dan su mensaje predicando, el padre Miguel lo hacía escribiendo. No sentía ganas de ir a dormir o a comer, escribir le producía una tremenda alegría, porque estaba seguro que ese sería su legado.