Sábado 14 de marzo de 2020
Despedido por su comunidad: este sábado se realizó el velatorio de Mariano Puga
Amigos, religiosas, sacerdotes, artistas y pobladores se reunieron para acompañar y despedir al cura obrero Mariano Puga, quien falleció la mañana de este sábado producto de un cáncer linfático.
Fotos: Camila González
Periodista: Bárbara Guerrero C.
Hasta la capilla Cristo Liberador llegaron cientos de personas que quisieron despedirse del padre Mariano Puga. En un emotivo encuentro, con música interpretada por el pianista Roberto Bravo, y en un "silencio amoroso" -como denominó en vida el padre Puga a la oración-, la comunidad cristiana destacó la coherencia con la que el sacerdote construyó su legado y especialmente durante sus últimos cinco años como pastor en la Villa Francia, donde acercó la belleza del Evangelio a los más desposeídos.
Un camino hacia el encuentro en fraternidad
Con emotivas palabras el sacerdote Nicolás Viel, recordó el rol que tuvo el padre Puga en su discernimiento vocacional para la vida religiosa. "Mariano es de esas personas que hacen creíble el evangelio. Ha sido un regalo poder estar cerca de este gran enamorado de Jesús y de los pobres". Además, destacó la capacidad que el padre tuvo de generar comunidad, considerándolo como "un gran regalo para la Iglesia chilena".
El padre Puga fue muy querido y las demostraciones de ese cariño llegaron desde todos los sectores. El pianista Roberto Bravo tuvo palabras para despedir al sacerdote. "He venido de corazón a rendirle un pequeño homenaje a una tremenda persona (...) tocar la música de Bach hoy día para mi es un privilegio y es un pequeño y humilde homenaje a su persona y todos los curas obreros que hay a lo largo de Chile y que están anónimamente ayudando a la gente" expresó.
La voz de los sin voz
El padre Puga dedicó su vida a la defensa de los Derechos Humanos, dando aliento a los "sin voz", especialmente durante la dictadura de 1973. Héctor León, quien fuera alumno del padre en la Vicaría Pastoral Obrera, cuando hacía sus cursos de Teología del Trabajo rememoró con emoción su legado "Mariano para mí fue un hombre excepcional, entregado y muy cristiano. No hay palabras para describirlo" dijo.
Para todos Mariano Puga fue un cura obrero y humilde, entregado al pueblo de Dios, siempre acompañando a sus hermanos en la fe como reconoce María Eugenia Jorquera, quien forma parte de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos. "En los tiempos más difíciles, el padre tuvo un compromiso maravilloso con todas las madres, esposas e hijos de los desaparecidos, por eso vinimos especialmente a darle un adiós y espero que toda la gente sepa lo buen sacerdote que fue", declaró emocionada.
Durante todo el día, organizaciones sociales llegaron a ofrecer gestos de amor y respeto al cura obrero; con cánticos, bailes y declaraciones. Al caer la tarde, artistas y niños de la Villa Francia pintaron de colores el féretro, dándole la misma belleza que el padre llevó a la capilla cuando la llenó de coloridos cuadros.
Con la misión que el legado de Mariano Puga trascienda y sea replicado en todas las comunidades cristianas, los fieles seguirán acompañándolo en su pascua hasta la madrugada de este domingo.