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Jueves 4 de junio de 2020

Encuentro Pentecostés con el pastor: “Nos hacemos cristianos para vivir la fe"

Más de 230 jóvenes de Santiago sostuvieron un encuentro virtual con el arzobispo Celestino Aós y los obispos auxiliares, Cristián Roncagliolo y Alberto Lorenzelli.

Periodista: José Francisco Contreras

La actividad, organizada por la Vicaría de la Esperanza Joven VEJ, contó con la participación del Coro Kerygma Chile. El saludo inicial lo hizo el padre Cristián Roncagliolo, quien señaló que este momento "es una oportunidad para renovar la fe y la esperanza, el impulso misionero en la Iglesia. Hemos recibido el don de la fe para contagiar y comunicar ese don, que es la experiencia que le da sentido a toda nuestra vida."

Felipe González, joven formador de la Zona Norte, recordó que estas fechas eran ocasión de masivas reuniones, pero que la contingencia obliga a renovarse: "En este día que celebramos Pentecostés, nos obliga como Iglesia a ir transformándonos, a ir adoptando nuevas costumbres, accediendo a otros medios y para ello, el mensaje del pastor es súper importante y motivador, sobre todo, para aquellas comunidades de jóvenes que el día de hoy están trabajando en pos de aquellas personas que están sufriendo las necesidades de un país que necesita una Iglesia más activa, no solamente en la evangelización y la fe, sino que esto mismo, se tiene que hacer palpable en la sociedad, dentro de cada ámbito, educación, salud, política. Necesitamos pastores que nos acompañen y que se involucren dentro de la sociedad. Es importante celebrar, motivarnos como jóvenes, pero aún más importante, es que el mensaje de Cristo pueda llegar a los lugares donde sea necesario".

Bárbara Salas, del equipo de servicio de la zona Oeste, añadió que el encuentro estuvo muy potente: "La verdad es que todos los que participamos de este encuentro con los pastores, lo encontramos fantástico. Agradecemos la invitación, la cercanía, cada momento, ya que necesitábamos encuentros de oración, de poder compartir con jóvenes y la verdad es que todos estuvieron muy contentos. Fue un encuentro muy cercano, con los signos, el estar en la casa ayudó mucho y se agradece que estuvieran muchos jóvenes, ya que nos dan más ganas de seguir participando y sirviendo y siempre encontrándose con Dios a través de cualquier medio".

El encuentro vía teleconferencia estuvo animado por reflexiones, cantos y momentos de silencio. Tras la proclamación del Evangelio de este día, monseñor Aós señaló que todo el Evangelio está envuelto en la pregunta de Jesucristo "Quién soy yo", que san Pablo dice que solo movidos por el Espíritu podemos decir: "Jesucristo es el Señor," que ese Espíritu "viene para llevarnos a la verdad completa". Agregó el pastor que esto que decimos un poco a la ligera, que Jesucristo es el Señor, "tiene una profundidad enorme", porque "hoy también hay algunas personas que se creen dioses, y también están muchos otros ídolos, el dinero, la moda, la fama, tantas cosas que son dioses. Y de pronto aparece un muchacho que dice: 'Mi Señor es Jesucristo'".

Luego, el arzobispo afirmó que "no nos hacemos cristianos porque hacemos cursos especiales, nos hacemos cristianos para que vivamos la fe". Lo que significa, dijo, no hablar muchas palabras, sino predicar con ejemplo de una vida cristiana, recordando la enseñanza de san Francisco de Asís, "que nos dice: 'Tú predica el Evangelio siempre, con tus obras, y cuando tengas ocasión, predícalo también con las palabras'. Sea usted un joven o una joven católica y con sus obras está siendo un testigo".

Monseñor Aós expresó también a los jóvenes que "ser cristiano es peligroso, porque es contagioso, más que el coronavirus. Allí donde hay un cristiano contagia la alegría de vivir, contagia el amor a la justicia, el amor a la verdad, la generosidad", pero que "si encontramos una persona que no es coherente, se contagia la maldad".

Terminada la reflexión, representantes de las vicarías Norte, Sur, Oriente, del Maipo, Centro, Oeste y Cordillera, encendieron un cirio por cada uno de los siete dones del Espíritu Santo, acompañados de momentos de canto, silencio y meditaciones. Luego, cuatro jóvenes hicieron oración por los que ha sufrido las consecuencias de la pandemia; por los profesionales de la salud, "para que su vocación al servicio de la vida sea luz de esperanza para todos"; por los fallecidos a causa del covid-19 y para que sepamos sobrellevar las dudas e incertidumbres en estos tiempos.

Hacia el final del encuentro, monseñor Cristián Roncagliolo agradeció la participación de más de 230 jóvenes y los invitó a "revitalizar la ayuda fraterna" y a comprometerse con los más pobres en sus parroquias, tarea que generalmente la realizan los adultos mayores, pero que hoy no lo pueden hacer, dado que son personas en riesgo. Por su parte, monseñor Alberto Lorenzelli saludó a los jóvenes, les recordó que "la fiesta de Pentecostés es el cumpleaños del Iglesia", y que hoy también "damos inicio a una Iglesia joven, a una Iglesia que quiere renovarse y abrirse al Espíritu, y esto da mucha esperanza hacerlo con tantos jóvenes, con su compromiso, con su deseo de vivir la Iglesia, estar en ella, con sus dolores y esperanzas".