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Artículo

Viernes 7 de diciembre de 2018

Laicos ¡Vayan a donde Dios pareciera no estar!

El Área Laicado cerró su Año Pastoral con un encuentro con representantes de los más de 50 movimientos, nuevas comunidades y asociaciones laicales, oportunidad en que más de 80 laicos celebraron la misa, que presidió el cardenal Ricardo Ezzati, en la capilla de la Sede Arzobispal.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/

En la homilía, el pastor resaltó la importancia de ponerse a la escucha de Dios a través de su palabra y de los acontecimientos de la vida de cada uno, no solo para el bien personal y el crecimiento de las comunidades, sino, "fundamentalmente, para el crecimiento del Reino de Dios". La Iglesia, dijo, es la continuidad en la historia de la presencia de Jesús que vino y viene para anunciar su Reino.

Luego, el arzobispo afirmó que los carismas en la Iglesia que ya llevan muchos años de experiencia están llamados, más que a reflexionar sobre su propia identidad -que también es importante- "a fortalecer la identidad de ser el Pueblo Santo de Dios, llamado a encarnar, a anunciar y a construir en nuestra historia el advenimiento del Reino de Dios". Pidió que cada movimiento o nueva realidad eclesial se sienta que hace presente ese Reino en el anuncio, en la vida de común, en la celebración litúrgica y en el servicio a los hermanos, "las cuatro características fundamentales que hacen que la Iglesia entera sea de verdad signo, presencia del Reino de Dios en nuestra historia".

Enseguida, el cardenal Ezzati se refirió a dos dimensiones de este tiempo de Adviento. La primera, dijo, es la misión de la Iglesia, que se entronca con la historia de la Salvación, que comienza con la manifestación de la paternidad de Dios con nuestros primeros padres, sigue con el anuncio y la venida de su Hijo, y hoy con la historia que se está desarrollando. Afirmó que desde la creación "somos fruto del amor de Dios, de la Trinidad Santa". Posteriormente, señaló que la ruptura de los primeros padres con Dios por el pecado de Adán, lleva a Caín a matar a su hermano Abel, a lo que sigue el mal para toda la humanidad. "Esa es la experiencia triste de la historia de Salvación que Dios había comenzado". Pero esta historia no termina en el pecado de Adán, precisó el Arzobispo de Santiago, sino que se abre a la venida del Hijo y su salvación. Y a esa meta hay que mirar en este tiempo litúrgico.


No tengan miedo de evangelizar el mundo de hoy

El cardenal enfatizó que "no estamos encaminados hacia el funeral de la Iglesia ni al funeral de la fe en Dios, sino que las dificultades en el ámbito de la evangelización que nos presenta la cultura contemporánea, tienen que ser un gran estímulo para evangelizar con fuerza, con fe, con esperanza, con audacia, metiéndonos por esos caminos por los cuales el Papa nos invita a entrar, por las periferias, allí donde Dios pareciera estar ausente".

Agregó que esta mirada al pasado y al futuro "los invita a ser movimientos, comunidades, que miran al presente, al hoy de la Iglesia", con sus luchas, debilidades y gracias. "En este tiempo, difícil, complicado, Dios los suscita y les vuelve a manifestar su confianza para que sean comunidades que no tengan miedo. Los invita a asumir la tarea de evangelizar el mundo y a la cultura de hoy".

El pastor hizo un llamado a las comunidades eclesiales para que "se muevan, sean comunidades que salen a las periferias de nuestra cultura, sean agrupaciones de laicos que sienten que su misión está en el mundo, en hacer el mundo Reino de Dios, en anticipar al presente lo que ya Dios ha realizado a través de su Hijo Jesús y lo que realizará al final de los tiempos".

El cardenal destacó que la Iglesia necesita y siente como un regalo de Dios la presencia de los movimientos y asociaciones laicales.

Después de la misa, los más de 80 participantes compartieron una breve cuenta de los principales hechos vividos en el año que termina, partiendo por la visita del Papa Francisco a Chile. Y también el X Sínodo de Santiago sobre los jóvenes la fe y el discernimiento vocacional; la Jornada de Planificación Pastoral, en Punta de Tralca; el Día de Oración por Chile; las migraciones masivas hacia este país, y temas como el conflicto en la Araucanía y el feminismo, que estuvieron presentes en la vida nacional en este 2018.