Jóvenes de Huechuraba reciben sacramento de la Confirmación

“Ustedes son bienaventurados porque han creído”, dijo monseñor Celestino Aós a los jóvenes de la parroquia Nuestra Señora de los Pobres, de Huechuraba, que fueron confirmados después de dos años de preparación

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

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La eucaristía, celebrada el pasado 11 de diciembre, fue presidida por el Administrador Apostólico de Santiago y concelebrada por el párroco, padre Julio Díaz. En la oportunidad, monseñor Aós se refirió a la visitación de la Virgen a su prima Isabel señalando que "las dos estaban embarazadas y las dos creían en Dios". Dirigiéndose a los confirmandos les expresó: "Les saludo a ustedes esta tarde, bienaventurados ustedes porque han creído", para afirmar luego que "confirmarse hoy vale la pena".

El obispo indicó que "la Virgen María era la mujer de los ojos abiertos", que conocía el sufrimiento de los israelitas a manos de los romanos, que escuchaba la palabra de Dios y la cumplía, "porque no basta con escucharla y quedarnos sin cambiar nada. La fe es recibir la luz de Dios y mirarlo todo a través de esa luz. La fe de un cristiano es más que la mera adhesión intelectual, la fe es confiar, entregarse, confiar en Dios, entregarse a Dios, incluso cuando nos sorprende". Y añadió: "Confirmarse hoy, ser cristiano hoy es tener la certeza y proclamar que Dios está con nosotros, también este momento de violencia, de destrucción, de heridos y de muerte". Agregó monseñor Aòs señaló que "nunca debemos justificar lo malo, el pecado es malo, la violencia es mala, la injusticia es mala, la mentira es mala, el robo es malo, la infidelidad es mala. Nunca podemos justificar el mal, el pecado". Sin embargo, ante este cuadro puso como testimonio a la Virgen, "que escuchó de su Hijo: 'Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen'. 'Vosotros, amad a vuestros enemigos, rezad por los que os calumnian, haced el bien al que os hizo mal'. Así de claro y así de exigente. ¿Quién podrá hacer hoy esto en Chile? Con la gracia de Dios, con la ayuda de la Virgen María, sí podemos", enfatizó.

Terminada la homilía, el obispo procedió a administrar el sacramento de la Confirmación a los jóvenes, con la imposición de manos y del crisma, con lo se completa el Bautismo recibido hace años.
Monseñor Aós también bendijo un pequeño velatorio, para ofrecer un lugar adecuado a las familias de los feligreses que fallecen. El pastor compartió con los asistentes, que buscaban saludarlo y tomarse fotos con él.