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Sábado 19 de agosto de 2017

San Alberto Hurtado es el padre de la patria que indica el camino de la esperanza

Cientos de peregrinos, fieles y miembros de la comunidad jesuita repletaron la Parroquia Jesús Obrero ubicada en el Santuario Padre Hurtado, para conmemorar 65 años del fallecimiento del primer santo chileno que mostró con su obra el camino de justicia y equidad social para el país.

Fotos: Héctor Landskron

Periodista: Giselle Vargas

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

La eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, y concelebrada por el provincial de la Compañía de Jesús en Chile, padre Cristián del Campo, junto a más de veinte sacerdotes de la comunidad.

"Especialmente, en este tiempo de cambio cultural, donde pareciera que la verdad ya no importa tanto, ahora es cuando necesitamos de verdad a padres de la patria, que nos digan cuál es nuestra vocación personal y nuestra vocación social", manifestó en su homilía el cardenal Ezzati.

"Cuál es el país al que estamos llamados a construir: para que haya espacio de dignidad para todos, para que el país sea un hogar donde los padres viven para sus hijos, donde los hijos viven en comunión con sus padres y todos buscan el bien de todos", agregó.

El arzobispo de Santiago dijo que "Alberto Hurtado es este santo tan contemporáneo" que invita con su ejemplo a construir "el hogar de Chile donde todos, especialmente los marginados, los botados del camino, puedan encontrar ese espacio de dignidad que viene de ser hijos de Dios".

"Chile necesita revitalizar su alma encontrar nuevamente los grandes valores que lo hacen un pueblo de hermanos, donde la igualdad, la justicia y fraternidad sean los grandes valores que vivimos más allá de nuestras legítimas diferencias".

"Quienes pueden ser maestros cercanos de esa realidad, son en primer lugar los santos. Porque ellos han experimentado la paternidad de Dios y también la fraternidad y el amor que estamos llamados a hacer presentes en la vida de nuestra comunidad y de la comunidad nacional".

El cardenal Ezzati afirmó que cuando se "separa la fe, de las obras de bondad y misericordia; el amor, de la solidaridad, rompemos la unidad de la vida cristiana y podemos provocar en nosotros mismos esa esquizofrenia espiritual".

"Necesitamos los ojos de la fe, para reconocer a Jesús en el hermano solo, abandonado y pobre. Necesitamos superar ese mal, la visión individualista que es un cáncer escondido que provoca tanto daño", advirtió el cardenal Ezzati.

El Arzobispo de Santiago explicó que "el antídoto para ese cáncer oscuro" lo da en primer lugar el Padre a través de su mandamiento que dice "Ámense, como yo los he amado y cuando lo vemos en la cruz podemos comprender".

En segundo lugar, el país necesita "reforzar esta dimensión del padre de la patria que nos indica el camino del verdadero desarrollo para todos y de la esperanza".

"Que nuestra sociedad sepa lo que significa construir una patria, un hogar y mesa para todos y que el Señor suscite en nuestro corazón el ardor para ser continuadores de la obra del padre Alberto Hurtado en nuestras comunidades, en la vida, en nuestros barrios, país e Iglesia", finalizó.

Los signos entregados al momento del ofertorio fueron las conclusiones del sínodo juvenil realizado por las comunidades jóvenes; un peto del voluntariado; un diccionario creole como signo de las barreras que dificultan la integración de los inmigrantes, el afiche del "Abrazo a la cárcel de San Miguel" gesto a realizarse el próximo 27 de agosto y una canasta de alimentos no perecibles.

Antes de finalizar la misa, el rector del Santuario San Alberto Hurtado, padre Jorge Muñoz, agradeció e invitó a los presentes a terminar la peregrinación en la tumba de San Alberto Hurtado para pedir su gracia y dejar los dolores, sufrimientos y dificultades para que el santo los transforme en consuelo y esperanza.

Asimismo, la pastoral juvenil de la parroquia Jesús Obrero se dirigió hacia la tumba del santo para realizar el envío misionero, gesto preparatorio para la 25va peregrinación juvenil al Santuario San Alberto Hurtado.

Una de las participantes y miembro de confirmación de la parroquia Jesús Obrero, Natalia Zuñiga, manifestó que este es un "momento para compartir y acercarnos más a San Alberto Hurtado. Es nuestro ejemplo a seguir y queremos continuar con el legado que nos dejó de la justicia social para construir el reino de Dios aquí".