M. Aós invitó a imitar las virtudes de los fallecidos

“Resucitar es volver a vivir”, afirmó monseñor Aós en la misa que celebró en el cementerio Parque Metropolitano, el pasado viernes 1 de noviembre, oportunidad en que compartió con varias de las miles de personas que concurrieron a homenajear a sus seres queridos que han fallecido.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

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Antes de la misa, el Administrador Apostólico de Santiago recorrió algunas sepulturas, conversó con la gente y rezó junto a los deudos por el descanso eterno de los que ya partieron al encuentro con el Padre.

En la eucaristía, celebrada en la capilla del campo santo, señaló que cuando Jesús resucitó a Lázaro, éste volvió a vivir, pero la misma vida de antes. En cambio, precisó, "cuando Jesús resucita no vuelve a la vida de antes, sino que nos abre el camino hacia una vida nueva". El pastor celebró la misa en la Solemnidad de Todos los Santos, día en que tradicionalmente la gente visita a sus difuntos en los distintos cementerios. Ello para aprovechar este feriado religioso, puesto que la conmemoración de todos los fieles difuntos es al día siguiente, que no es feriado.

Monseñor Aós señaló también en esa misa que "sabemos que la muerte no es nuestro destino, que la muerte es como una puerta, es un paso que nos adentra en un mundo nuevo. En el paso de la muerte nos despojan de todo lo accesorio: nuestros bienes, nuestra fama o importancia social, hasta de nuestro cuerpo. Solo nos llevamos el bien o el mal que hayamos hecho en vida".

Finalmente, indicó que el mejor homenaje a los fallecidos es "dar gracias a Dios por ellos, rezar por ellos todos los días e imitar sus virtudes". La misa fue concelebrada por el capellán del Parque Metropolitano, padre Manuel Pino, y ocho diáconos permanentes, que atienden las necesidades pastorales del cementerio.