Viernes 16 de julio de 2021
“Favorezcamos la cultura de la amabilidad”
Durante el mediodía de este viernes 16 de julio, el Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, presidió la solemne Eucaristía de Nuestra Señora del Carmen. Desde el Santuario Nacional de Maipú y a los pies de la Virgen, se realizó esta misa, que fue concelebrada por el rector del Santuario, padre Raúl Arcila y entre los asistentes estuvieron las autoridades de la Ilustre Municipalidad de Maipú, encabezadas por su alcalde Tomás Vodanovic.
Fotos: Nibaldo Pérez
Periodista: Danilo Picart
Una nación de hermanos
A través de internet, fieles de distintos puntos del país manifestaban su cariño a la Virgen del Carmen, durante la transmisión online del arzobispado de Santiago. En este ambiente de solemnidad, monseñor Aós inició su reflexión resaltando el lema que ha acompañado la celebración de este año, denominado “Bajo tu amparo, Virgen del Carmen, construimos una gran nación de hermanos”. Para ello, tuvo palabras para referirse al actual contexto político y electoral que vive nuestro país, donde se necesita de un verdadero diálogo social, que promueva los valores del Evangelio. “Debemos esforzarnos por darnos un texto constitucional nuevo y porque haya más riqueza y porque derrotemos a la pandemia y eliminemos otras enfermedades. Hay muchas cosas que son deseables y están bien, pero el verdadero progreso es construir una gran nación de hermanos y construirla ya”, subrayó.
Un diálogo abierto en tiempos de crisis
En este sentido, advierte, “todos hemos sufrido y llorado, todos hemos cometido errores y que han causado heridas. A quien no está dispuesto a perdonar, todos los caminos le llevan al precipicio, a la ruina”. Por esto, instó a rogar a la Virgen del Carmen, como madre de Jesús, para que sobre Chile extienda los brazos salvadores de la cruz y la esperanza de su resurrección, pues, un país crece cuando sus diversas riquezas culturales dialogan de manera constructiva. “Nadie duda de que en Chile estamos viviendo tiempos de crisis. En tiempos de crisis, el diálogo es más necesario que nunca, dialogar es acercarse, expresarse, escucharse, mirarse, conocerse, buscar puntos de contacto. Un diálogo abierto y respetuoso, con palabras cargadas de verdad que buscan ayudar al mundo a vivir mejor”, indicó.
Los valores del Evangelio
Más tarde, el arzobispo manifestó que en estos tiempos, hay cristianos y no cristianos “que levantan programas y deseos terribles de justicia. Le invito a usted a un gesto sencillo: tome un papel y un lápiz y durante tres días responda a estas preguntas: ¿Qué valores, qué dioses me ofrece este candidato? ¿Cuáles son los medios que usa, que están de acuerdo al Evangelio y cuáles no? El Espíritu Santo le iluminará y le convencerá de que Jesús nos trae el amor y la paz”.
Hacia el final de su homilía, monseñor Aós afirmó que cuando aparece el milagro de una persona amable, que deja de lado sus ansiedades personales para posibilitar un espacio de escucha entre tanta indiferencia, “se genera un milagro, una convivencia sana. Si alcanzamos la fraternidad en la familia, en lo local, quizá hay esperanza para la fraternidad universal. Favorezcamos la cultura de la amabilidad”, señaló.
La solemne eucaristía concluyó con la oración por Chile, en que los participantes de esta liturgia dirigieron su mirada hacia la Virgen del Carmen, para pedir su intercesión para que acabe con la pandemia y brinde consuelo a quienes más lo necesitan en este tiempo. Por medio de este gesto, indicó monseñor Aós, pedimos, para que “cada uno de nosotros lleve en el corazón, el compromiso de llevar el diálogo para construir juntos una nación de hermanos”.