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Jueves 14 de marzo de 2019

Retiro del Clero de Santiago: para nacer de nuevo

Entre el 11 y el 15 de marzo, miembros del Clero de Santiago y el arzobispo, cardenal Ricardo Ezzati, participaron en el retiro de inicio de año en Punta de Tralca.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/

En la instancia reflexionaron acerca del ejercicio del ministerio sacerdotal y las dimensiones de este servicio.

La entrega de los contenidos para la reflexión estuvieron a cargo del padre Larry Yévenes SJ, profesor de la Escuela de Psicología en la Universidad Alberto Hurtado, que también trabaja en la Comisión Nacional de Prevención del Abuso y Acompañamiento de Víctimas, de la Conferencia Episcopal.

El retiro lo articuló en torno al versículo de la carta de san Pablo a Timoteo, que llama a reavivar el don recibido en la ordenación sacerdotal. "Estos días los hemos dedicado en parte a revisar y orar nuestro sacerdocio, las dimensiones de nuestra consagración al Señor, cómo la estamos viviendo desde nuestro compromiso, la relación con la gente, la comunión entre nosotros los sacerdotes, el cariño por la Iglesia y los distintos modos de ser sacerdotes en la misión que hemos recibido".

El religioso indicó que el objetivo de este encuentro espiritual está reflejado en una frase del Papa Francisco: "No nos dejen robar la alegría evangelizadora". Se trata, dijo, "que los que están cansados, tristes, complicados por la situación eclesial que estamos viviendo, se reanimen en la alegría del ministerio y de la relación con las personas. Ese es el objetivo fundamental, que hablar con el Señor nos haga sentir más contentos de lo que hemos recibido".

Respecto del compartir entre los presbíteros dijo que les ayuda mucho el encuentro con compañeros de distintas generaciones. "Percibo que se conocen y se quieren y es un momento grato venir a una casa que les trae muchos recuerdos. Desde los tiempos del seminario venían a Punta de Tralca, y se nota que disfrutan reconocer momentos importantes de su paso por el seminario y el ministerio, vinculados a esta casa".

Ofrecer una vida nueva a quienes servimos

El cardenal Ricardo Ezzati, por su parte, recordó que la Iglesia de Santiago inicia un periodo nuevo de calendario pastoral, que tiene como título "Es necesario nacer de nuevo". "Creo que es lo que realmente necesita la Iglesia entera, de una manera particular el clero, necesitamos renacer", dijo. Luego citó el pasaje evangélico de Nicodemo, a quien Jesús le precisa que hay que nacer de nuevo, del agua y del Espíritu. Añadió el pastor que "los ejercicios espirituales son una experiencia de la presencia de Jesús en la vida de un sacerdote para poder nacer de nuevo. La gran esperanza y la gran confianza de la Iglesia y de los presbíteros es que Jesús siempre ofrece su gracia para que podamos nacer de nuevo, del agua y del Espíritu, para poder ofrecer esa vida nueva a los que queremos servir. Esa es la finalidad del retiro". Justamente este fue el tema central de un encuentro que tuvo con todos los presbíteros participantes en el retiro.

El cardenal se mostró convencido, después de hablar con varios sacerdotes, de que "han hecho de verdad un buen retiro, que va a ser muy provechoso para ellos".

El padre Andrés Moro, vicario para la Educación y director del retiro, agradeció la participación de los sacerdotes de la arquidiócesis y al predicador del retiro, el padre Larry Yévenes, "que ha trabajado fuertemente el tema del acompañamiento espiritual y el apoyo a la Iglesia en este tiempo doloroso, pero también de renacer de nuevo en tiempos de abuso, en tiempos de complicaciones eclesiales, pero también de esperanza de poder mirar hacia adelante".

Agregó que el retiro "siempre es un espacio de encuentro profundo con el Señor, a través del testimonio, especialmente de los hermanos mayores y también el de los sacerdotes jóvenes. Los hermanos mayores nos muestran que la fidelidad y el amor a la Iglesia no pasan, sino tienen que crecer todos los días".

Otro de los participantes, el padre Manuel Pino Segovia, vicario de la unidad pastoral San Pedro Pescador, en la población José María Caro, resaltó de las reflexiones el aspecto de "nuestra relación como hijos con el Padre Dios y también algo muy importante, lo del celibato, cómo vivimos el celibato". Otro elemento que resaltó fue los distintos tipos de pobreza, espiritual, material y de abandono. "Esa pobreza de abandono es la que nos tocó a nosotros, cómo nosotros llegamos a momentos difíciles cuando estamos solos en los lugares, cómo cubrimos esa soledad y cómo la superamos". El padre Manuel primero fue diácono permanente, casado, con tres hijos, y cuando enviudó se preparó para ser ordenado sacerdote. Señaló que los presbíteros pueden superar la soledad "con amistad sincera con la gente, una cercanía con las personas y dejarnos un tiempo para relacionarnos con la familia, que no sea solo trabajo y trabajo".